Entrenar jóvenes no se puede confundir con el entrenamiento de adultos a menor nivel al igual que el de niños no se puede confundir con el de jóvenes abreviado.
Las etapas de la infancia y la juventud son determinantes para el posterior alto rendimiento ya que durante esta época es cuando se adquieren las capacidades físicas y mentales para alcanzar un rendimiento óptimo.
El entrenamiento en edades infantiles y juveniles tiene que ser adecuado según a los cambios y a la capacidad del desarrollo corporal, mental y psiquico, prestando una atención especial a la etapa vital en que se encuentre el jugador.
No podemos descuidar en esta etapa de desarrollo del jugador los puntos fundamentales que hemos comentado en el párrafo anterior, porque cualquier retraso o carencia originados en esta etapa no son recuperables en la edad adulta, siendo de una probabilidad muy escasa la recuperación de algún jugador.
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